LLEGÓ EL TURNO DE LOS RELATOS CORTOS

Buenos días

Hoy os traigo UN CAFÉ CON SAL. Un relato corto de Megan Maxwell.

He tardado apenas dos horas en leerlo, es corto y conciso, básicamente en el hilo en que se encuentran todas sus novelas románticas. Pero esta vez bien concentrado como un expresso.

Una vez más tenemos al típico hombre de negocios, maduro, atractivo y con mucho dinero y la pobre chica joven, inexperta y totalmente opuesta a él.

Lizzy (Elisabeth Aurora, pobre niña cuanta crueldad por parte de sus padres, pero a quien se le ocurren estos nombres, espero que se puramente fantasía) es una joven de 24 años que trabaja como camarera en el restaurante de un hotel de lujo. William es una apuesto hombre de 36 años, propietario del hotel en el que ella trabaja.

El flechazo surje cuando ella evita que William sea atropellado, Lizzy la lo cautiva con su aire fresco y juvenil, para nada de su estilo.

La típica historia de amor, manida y demasiado vista.

Al ser un relato no deja deja demasiado tiempo para presentar bien a los personajes o su historia de amor, bueno mas bien de tórridos encuentro sexuales. Por lo que la lectura es demasiado al grano, aquí te pillo aquí te mato.

Una buena forma de iniciarte en la lectura, es mediante relatos cortos, así no te abrumas ante los cientos de paginas que tendrás por delante.

A pesar de ser los típicos argumentos, con sus más que vistos personajes, a mi el relato me ha enganchado, me he metido en la historia (nada creíble) y la he devorado en pocas horas.

Voy a empezar a pensar que no tengo ningún criterio en lo que a lectura se refiere. Puedo discernir entre si un libro me ha gustado más o menos, pero al final acabo viendo el lado positivo de todos los que me leo, será porque valoro demasiado el trabajo que conlleva el proceso creativo.

Nos vemos dentro de poco lectores, que ya tengo unos cuantos títulos en cola que me están llamando, mientras tanto...

Lee en papel o en electrónico, sea como sea pero lee