top of page
Buscar

ES MI TURNO

  • A.T.T.
  • 4 dic 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 15 may 2021

Lectores, hoy os traigo algo mucho más especial, yo iría que intimo.

Por fin me he lanzado al vacío, he empezado a escribir por mi cuenta. Espero que disfrutéis tanto leyendo este fragmento como yo escribiéndolo.




Estaba deseando volverlo a ver, que me mire con esos ojos azul cielo que tanto me relajan y excitan al mismo tiempo, que contradictorio. Volver a besar sus labios carnosos rodeados de una barba incipiente de un par de días, esa que raspa lo justo para crear un cosquilleo cuando me recorre el cuerpo con sus labios.

Me lleva a su habitación, hoy toca masaje ¿algún día dejara de sorprenderme con sus habilidades?

Lo ha preparado todo minuciosamente, la temperatura es la ideal para no pasar frio cuando me desnude.

Hay música relajante e incienso para potenciar la experiencia al máximo. Me deshago de mi ropa lentamente, esta atmosfera me relaja y eso no suele pasar. Me indica que me tumbe boca abajo, yo muy obediente lo hago únicamente con mi tanga. Me extiende aceite en la espalda y empieza a masajearla al completo, músculo por

músculo. Mi mente se relaja, y noto como mi cuerpo flota bajo sus manos.

Me sorprende su profesionalidad y poder de concentración, me tiene totalmente desnuda a su merced, pero el sigue masajeando mi cuerpo con paciencia. Espalda, cuello, brazos, glúteos, piernas. Recorre cada centímetro de mi cuerpo desnudo. Creo que no había estado tan relajada nunca.


La relajación se transforma en excitación cuando sus manos se acercan a mi sexo masajeando los muslos, se acercan mucho, y yo me excito más y más. Noto un cosquilleo en mi vientre.

Me sobra el tanga, lo noto húmedo, parece que él opina lo mismo porque me lo retira lentamente para seguir masajeando.

Le gusta tomarse su tiempo y eso a mi me martiriza, me enloquece, pero me gusta. Prepara bien mi cuerpo, crea esa expectación casi me excita más que cualquier otra cosa. Sus dedos entran en contacto con mis pliegues repetidas veces cuando masajea los muslos, esto le da una idea bien clara de los excitada que estoy. Introduce los dedos en mis labios lentamente repetidas veces, que lo haga con esa paciencia y meticulosidad me excita mucho, siento cada una de sus caricias en mi sexo. Sus dedos en mi interior crean un cosquilleo que se transmite por todo mi cuerpo.


¿Cómo es posible que conozca mejor que yo mi propia vagina? Acelera el ritmo de sus penetraciones, mi respiración se acelera con su ritmo, mis labios succionan sus dedos, mis paredes se contraen, quiero obtener todo el placer que él me puede proporcionar.

La humedad de mi sexo aumenta notablemente, siento como sus dedos resbalan y mis muslos se contraen.

No puedo aguantar más, mi respiración está muy agitada y mi cabeza a punto de estallar.

Me dejo llevar, me siento en el borde de un precipicio, mirando al vacío y me dejo caer. Mi cuerpo estalla, libero toda la tensión de mis músculos, olas de adrenalina recorren mi cuerpo y mi sexo se contrae alrededor de sus dedos.


Me siento como una muñeca de trapo después de este orgasmo, tardo unos segundos en recuperarme.

No me esperaba esta maestría, que fácil ha dado con lo que me gusta. Mi cabeza intenta activarse, pero sigue medio adormecida por el masaje y el orgasmo.


Siento como me separa más las piernas y se coloca sobre mí, yo sigo boca abajo y noto como su miembro tantea mi entrada y lo introduce sin ninguna dificultad, mi humedad tiene totalmente lubricado mi sexo. Empieza con unas estocadas lentas, profundas, con ritmo, disfrutando de cada una de ellas.

Pero el autocontrol dura poco, aumenta le ritmo notablemente. Gimo de placer, así me gusta, rápido, duro. Disfruto de cada una de las estocadas y por sus gemidos, el parece que también.

No quiero que pare, quiero más y más, pero mi orgasmo esta muy cerca, demasiado cerca.

¿Cómo es posible? acabo de correrme hace unos minutos y lleva penetrándome otros pocos, pero ahí viene, mi cuerpo está receptivo y activado, ya no hay vuelta atrás, él sigue penetrándome cada vez más violentamente desde detrás y siento como estallo en mil pedazos.


Caigo desmadejada en el sofá, noto como me pesan las extremidades y mi cabeza está muy lejos de este lugar ahora mismo. Recupero el control de mi mente poco a poco. Él se separa de mí, dejándome espacio para darme la vuelta, quedamos cara a cara.

Me apetece mucho besarlo, pero sigo sin aliento. Me incorporo pausadamente y nos fundimos en un beso muy húmedo, casi tanto como mi sexo, nuestras lenguas se entrelazan, nuestros labios resbalan, los siento tan jugosos. Es tan placentero como comer un melocotón maduro en pleno verano, con su jugo resbalando por mis labios y mis manos, ese néctar dulce y sabroso. Así son sus besos para mí.


Nos tumbamos para recuperar la respiración. Me acaricia la espalda, recorre todo mi cuerpo con las yemas de sus dedos, son unas caricias tan apacibles que me relajan por completo después de un orgasmo abrumador. Le observo de reojo, es tan tierno verlo concentrado mientras me recorre mi cuerpo con sus manos y sus ojos, su mirada me devora entera.

Un escalofrío recorre mi cuerpo, endurece mis pezones, y moja mis pliegues.

Se me pasa por la mente moverme y acariciarlo yo también, besarlo, pero no quiero romper esta atmosfera tan íntima y perfecta que se ha creado.





...CONTINURÁ...







Comentarios


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

© 2023 by Name of Site. Proudly created with Wix.com

  • Facebook App Icon
  • Twitter App Icon
  • Google+ App Icon
bottom of page