PERDERSE

Sale de casa sin rumbo alguno, solo se deja llevar. La música resuena en sus oídos, el ritmo de cada una de las canciones recorre su cuerpo y canta disimuladamente, cual protagonista de videoclip se tratase.

Callejea por las venas de la ciudad observando cada rincón, cada tienda, bar, fachada que deja atrás. Entra allá donde se siente atraída.

Se sienta a comer algo en una terraza. Los rayos calientan levemente su piel, ella sonríe mientras degusta con placer la comida y observa a la gente pasar a su alrededor.

Retoma su camino. Hoy es su día y lo va a dedicar a mimarse.

Pasea por un mercadillo. Un anillo llama su atención y sin pensarlo demasiado lo compra, porque le queda genial junto a los otros que lo acompañan en sus dedos, esos que no son simplemente anillos, si no recuerdos de experiencias, aventuras, personas.

Siempre le ha gustado andar sin rumbo, perderse para encontrar algo realmente único. Como la tienda que esta frente a ella. La magia que desprende la llama a entrar. Es un librería, pero no como las típicas. Es como entrar en un sueño. Cada rincón está cubierto de libros asombrosos. Suena música de fondo que al introduce en una atmosfera intensa. El aroma a libro nuevo, a papel y tinta, se cuela en sus fosas nasales. Y lo encuentra, sabe que ese libro debe ser suyo, ese será su auto regalo.

Sale de la tienda, vuelve a la realidad, ese sitio era realmente mágico.

Después de una mañana intensa de compras totalmente inesperadas, esta deseando llegar a casa. Probárselo todo, es lo que más le apetece, además está agotada. Hoy es su día y se va a mimar.

Tras entrar en casa se desmaquilla, lentamente, frotando y masajeando bien su rostro. Se aplica una mascarilla y se dispone a probarse el resto de sus compras. Saca con delicadeza un conjunto de lencería absolutamente precioso. Está un poco nerviosa por si no le queda bien. Se toma su tiempo para probárselo. Sus dedos acarician su cuerpo delicadamente mientras se desviste. Cuando se mira en el espejo se queda sin habla, el conjunto le queda como un guante, esta espectacular. Mirándose fijamente, recorriendo cada centímetro de su cuerpo, se siente orgullosa por lo que ve. Es un cuerpo real, con imperfecciones, pero es precioso.

Retira la mascarilla, se hidrata bien y acaricia su rostro, esa suavidad que la caracteriza, eso es uno de los rasgos que más le gusta de ella misma. Sonríe ante el espejo.

Toma una copa de vino, su nuevo libro y se dirige al sofá. Enciende su vela aromática. Conecta la música y se mira por última vez en el espejo.

Le gusta lo que ve. Pero por encima de todo le le ha gustado el día. Porque hoy la cita es con la persona más importante de su vida, es con ella misma.